Se esfuma pedacito a pedacito entre mis manos.

Sigo sentada en el sofá de mi casa, me encuentro inmóvil, mientras veo pasar la vida. Intento hallar algo dentro de mí que  pueda describir lo que me pasa. Las colillas de cigarros cubren el suelo,  sostengo una copa de ron en la mano.No consigo reconocer la temperatura que esta irrizando mi piel. Llevo días intentando deshacerme de todas las mentiras que han salido de mi boca, de la segunda persona que he pretendido muchas veces ser, de esas promesas que he hecho y nunca he cumplido, de esa cobardía que me persigue, intento deshacerme de toda la maldad que ha reinado en mi cuerpo. Puede que me haya arrepentido de todo lo que he hecho o quizás solo intenté hacer un descanso para retomar otra vez todo con más fuerza de la que empecé antes, aunque esa no sea mi intención. Sigo sentada pensando sin pensar, no se si es dolor lo que siento o simplemente ganas de venganza. El caso, es que estoy cansada de llevar siempre acabo la misma rutina, de que los días me parezcan iguales, fotocopias los unos de otros, me he dado cuenta que en estos últimos años a lo mejor no he hecho nada gratificante por el que tengo al lado, que simplemente soy una solitaria infeliz, porque no he aprendido nada de los veinticinco años  que llevo en este mundo, nada de nada, es triste lo sé, pero esta es la realidad que yo misma he querido, y que a la vez yo he construido. Y muchas veces he llevado una venda tapándome los ojos, que no me dejaba ver la realidad, el mundo en el que me estaba moviendo, para mi era más fácil imaginar que lo estaba haciendo todo bien. El ruido ha sido siempre mi tranquilidad, y el silencio mi mayor enemigo, pero es hora de que los papeles cambien .Con mi personalidad siempre he dejado mucho que desear. Y es que de todas las veces que me he confundido, la mayoría no he retificado. Detrás de todo lo que soy, en mi interior solo existe una chica que tiene miedo y busca solución a este marrón. Por eso me voy a atrever a vivir una vida siendo yo misma, a atreverme a ganar y a acostumbrarme a perder, eso demomento es lo único que buscó.